En una noche fría de noviembre, voy en un avión que me sacara de la inmensa ciudad donde habita la mitad de mi corazón. Las luces parecen estrellas y las estrellas lagrimas que corren por la escotilla. Veo el cielo nebuloso de frio y solo pienso en sus brazos en sus muslos y el calor que en mi encienden, dije que no lloraría, dije prometí tantas cosas, cosas que cumplir me quedan grandes, cosas como no llorar, como no esperar, como no sentir...
y mientras este avión toma velocidad y me
escupirá de su mundo, el corazón me late acongojado, lucido, pero con gotitas
de agonía, cielo de noviembre, mi noviembre que me vio nacer, noviembre que me
ve partir.
Adiós amor, dice
mi mente. Adiós amor, repite mi corazón. Adiós amor, dicen mis labios mientras
la ciudad inmensa se hace pequeña a lo lejos entre tumbos de la fuerza del
viento y la ingravidez inducida. Mi corazón sabe la respuesta, eres tú, tu...
mi redención y mi futuro.
Cielo de Noviembre con su Luna enamorada, ese viento frio en el rostro esa
sensación de estar en casa.
Cielo de Noviembre, tan perfecto, tan sereno a once mil metros de altura.
cuando respiras profundo
Amo cuando entre sueños pronuncias cariños.
Amo tu cabello que anda donde quiere
Amo tu voz cuando habla otros idiomas
Amo tus ojos cuando se empequeñecen por la emoción y tu nariz cuando roza la mía
Amo la línea de tu espalda y los lunares que la acompaña, los dedos de tus pies,
los pasos que crean tu camino,
Amo tus manos que me sujetan y tus risas que me alegran
Amo despertar y verte, porque me regala futuro
Te amo y aunque suene a poquito es todo y lo más valioso que tengo y es solo para ti.
En un avión que me sacará de la inmensa ciudad donde habita la mitad de mi corazón, voy pensando que será del futuro, aunque hoy es noviembre.