lunes, 2 de octubre de 2017

Circo y Lluvia

Yo, y mi hiperestimacion del tiempo. Así parece ser, desde la ventana del carro del circo solo veo:

La lluvia, la jodida lluvia...

La lluvia y los recuerdos, la jodida lluvia...

La lluvia y tu ausencia, la jodida lluvia...

La lluvia y mi soledad, la jodida lluvia... 

La lluvia, la jodida lluvia...

En el circo de mi barrio hay payasos que lloran, trapecistas que caen, hombres bala que mueren abatidos. Acá le llamamos "vida" a ese circo. Claro que me di cuenta. Lo note de inmediato.
Esa precognición con la que contamos los malditos, los hijos del silencio; me lo susurro al oído justo en aquel momento. Tus contestaciones cansadas, tus te quiero a medias... Tus te amo por compromiso. Claro que me di cuenta. Solo que intente engañarme.

La lluvia, la jodida lluvia...

La lluvia y los recuerdos, la jodida lluvia...

La lluvia y tu ausencia, la jodida lluvia...

La lluvia y mi soledad, la jodida lluvia... 

 La lluvia, la jodida lluvia...

Sé que estás ahí, y sé que estas sintiendo que todo está mal. Lo sé porque estoy igual, y te busco y te lo digo porque quiero estar contigo. Que te llena alguien tanto... Y que de repente, ya no está. Yo sé que se siente, que se va lo que cuidabas tanto, con amor...

Se escribe de noche. Por bohemio, por insomne, por solitario. Por perverso. Y entonces levanto el Circo, los carros y trapecios, las fieras y los payasos, las noches en la ciudad de los Sueños, fueron divertidas y provechosas como ninguna antes de, pero por decisión ajena, por sobrevivencia hoy nos mudamos al caserío más cercano y polvoriento que hay, le dicen El Pueblo del Olvido...

Hoy el circo se levanta, y me lleva, a donde todavía no sé con certeza.
Solo sé que estás ahí, detrás de tus silencios, lluvia afuera, lluvia adentro...

Da lo mismo, arpegio fugaz.