viernes, 13 de noviembre de 2009

Aceptaciòn

Caminaba lento la figura de un hombre, se movía torpemente como aquel que no conoce el camino y aguarda el tropiezo, que pretende evitarlo, si caminaba por aquel pueblo callado, recorría los senderos que conducían por el pequeño poblado de gente desconfiada que le veía como preguntándose:
–quien es este que camina por aquí-,. –alguien le conoce?-,.
Seguía su paso parsimonioso levantando la miraba de vez en cuando para apreciar la montaña al fondo, intentando reconocer algo que no conocía, entre viendo por en medio de la espesa bruma que bajaba de aquel gigante verde inundado en arboles y plantas, y animales –supuso, para si-, siguió el camino en bajada hacia el centro de aquella silenciosa ciudadela, calmada, muda, pero observante siguiéndolo con los ojos de aquellos que voltean el rostro cuando otro forastero pasa por el frente de sus casas, casas viejas otras nuevas, hogares de gente sencilla otros de gente adinerada tan normal como en cualquier otro lugar, tan distinto como cualquier otro sitio.

Camino mas rápido, sintió frio, recorrió el parque central tan recurrente y tan vacio como le había observado cuando paso por el otro lado del mismo, con sus bancas oxidadas, con sus letreros de festividades pasadas, con la basura del cercano mercado de verduras, con los perros vagabundos que sobraban en el lugar, sintió el olor a fiestas pasadas, recorrió con la vista la acera pintada de blanco y subió su mirada hacia el teatro al aire libre que yacía en la esquina opuesta, escucho un vehículo que cruzo la calzada y vio hacia la calle que conduce hacia a la salida de aquel lugar, vio gente caminado hacia arriba, niños corriendo de arriba abajo y descubrió que no estaba tan solo como pensó, -si, ahí están- dijo para si,.

Encendió un cigarrillo, expelió el humo blanco, se sintió distinto, se siento extranjero.

Dio unos pasos más, y se encontró frente al templo del lugar, otro templo como tantos que había visto, tan original y tan parecido a todos, pensó, creyó hacerlo.
-todas las iglesias son iguales, blancas o grises, viejas-, -oscuras- susurro apenas, quiso entrar pero recordó que nunca tuvo familiaridad con las construcciones religiosas, fuera del estilo arquitectónico y los rasgos artísticos nunca fue partidario de un edificio que fuera, –La Sede de Dios- . Una sonrisa escapo de sus labios al recordarse de la frase.

Hecho una mirada mas a la fachada, - que simple - dijo en vos alta, dio media vuelta y se encontró frente al parque de nuevo, quiso contemplar el todo con sus ojos, pero al niebla no le dejo.
Sintió frio, sintió miradas, sintió soledad………
Se encontró de repente solo en aquel pueblo, frente a ese parque, con esos perro de calle asechando las sobras, volteo quiso encontrar algo suyo, algo familiar y no hayo nada, sintió el nudo en el estomago, esa sensación de miedo y de pánico queriendo salirle por la garganta, la niebla le asusto, la lejana montaña verde le pareció altísima, las calles vacías lo llenaron de melancolía y pavor. –Estoy solo-. Dijo para si mismo y en efecto así era. Empezó a caminar por los senderos, camino mas y mas rápido, busco en los callejones, quiso gritar pero pensó que alertaría a los desconocidos. Si los desconocidos, esos a quien jamás había visto, los del auto de rodearon el parque instantes previos, aquellos con los que nunca charlo, de los que su nombre desconoce. Corrió desesperado al hostal, donde su equipaje le esperaba, no saludo al recepcionista que no se inmuto al verlo pasar. Se limito a verlo de soslayo. Subió las gradas sintiendo el desmayo.

Como pudo y tembloroso con la llave vieja abrió la puerta gastada, la cero tras de si despacio, hecho seguro, se sentó es la cama. Si en esa cama de nadie, de todos, de él en ese instante sintió nauseas, vértigos, miedo, confusión……….

Inerte en la cama pensó, calmo sus ideas, respiro, respiro profundo y recordó, recordó todo, lo vio claro, lo sojuzgo todo y esbozo una sonrisa a medias.
-Si, claro esta- dijo en voz alta y la carcajada quiso esconder con las manos, pero seguro que el recepcionista la escucho.

Recordó-

Recordó que fue el quien lo planeo, recordó que fue el quien quiso estar ahí en la niebla, en el viejo pueblo callado, en las calles silenciosas, de gente desconfiada, con la montaña aquel gigante verde inundado en arboles y plantas, y animales , recordó que su interés le llevo al parque con sus bancas oxidadas, con sus letreros de festividades pasadas, con la basura del cercano mercado de verduras, con los perros vagabundos que sobraban en el lugar, sintió el olor a fiestas pasadas, del templo como tantos que había visto, tan original y tan parecido a todos.

- Acepto todo aquello que su mente quiso negar-.

-Si recordó- entre sonrisas que todo esto, había sido idea suya, se acicalo el cabello con la mano, vio la cama ajena de hotel, abrió la puerta bajo las gradas saludo al recepcionista que no se inmuto al verlo y salió a la calle desierta y nubosa dio un paso afuera encendió otro cigarrillo y busco un lugar donde beber un buen café para quitar el frio.

viernes, 30 de octubre de 2009

Sortilegios

Sortilegios que conjuran, encantan y llaman al milagro de verte y de encontrarte para asi redescubrir que conocí tu piel, que la roce palmo a palmo de principio a fin en incalculables caricias; para contemplar y entender que recorrí calles y linderos, para tomar conciencia que así de simple estuvimos ahí uno junto al otro. Sortilegios breves que confiesan como rezos, antiguos deseos con nombres nuevos.

Sortilegios que embrujan, que hechizan y transforman el mundo, las ideas, los sueños, mis sueños. Magia que complace e inunda de fantasías mis sentidos, y en la brevedad de lo intangible pretendo permanecer una ilusoria eternidad para así darle forma a mis expectativas de desarbolar mis complicados caminos, mis senderos ya sin ti. Si esa prohibida magia que seduce la mente, instruidos por profundos deseos recalcitrantes que me llevan de sitio en sitio a momentos que de un pasado que alivie de soledad con una imagen, que me reencuentran con el instante preciso de mi redención, y que ahora ya solo, en esta condición contemplo frente al espejo que no perdona, admirado que ya no soy ese, aquel que te tuvo, para consolidar entonces la realidad que ya no eres aquella a quien busco.

Sortilegios frente al espejo, repitiendo con fonación la letanía, por eso cuando intento pronunciarme ante mis propios errores, y no encuentro tu nombre para enlazar los conjuros, antes que la amnesia me susurre al oído tratando de asustarme lo comprendo, comprendo que el Sortilegio fue real……

Fue real porque ya te olvide.

martes, 29 de septiembre de 2009

En la Noche

En la noche de hoy puedo escribir versos tristes dijo el poeta, tenia razon, todos podemos escribir cosas tristes en especial Yo, si en esta noche, en este instante, sabiendo lo que se, sientiendo lo que siento, con el perfil adecuado para cortar el aire de cada momento que me niega la vida.
Si lo acepto, valiente o cobarde lo confieso ESTOY TRISTE..............

viernes, 11 de septiembre de 2009

Viaje

Cuando en la mañana desperte, supe inmediatamente lo que haria........
Si despues de los malos sueños que mi cansada mente me propuso la noche anterior ya la vision estaba clara, era coincisa no fue presentimiento, si viajaria, recorreria los mismos caminos otra vez y aun asi la experiencia seria distinta, las expectativas ajenas y los deseos cambiados a los de la ultima vez.
Viaje experiencia inaludible de cada vida, la vida es un viaje, un viaje a la muerte y aun asi vamos de prisa, corremos y a veces no logramos apreciar lo incalculable de la dimension del hecho y aun asi sentimos que somos grandes cuando el macro universo del que formamos parte a veces ya no cuenta con nosotros.

Viaje, si, y lo mejor del suceso es que siempre uno acaba regresando.