sábado, 11 de junio de 2022

Lluvias pasadas

 

Me reservé el secreto y se me negó la absolución. La memoria es un juego de azar, donde perder es la tendencia. Ya no quiero soñar más contigo, ya ni en sueños logras hacerme feliz... tres noches he soñado con ella otra vez, tres veces ha sido una historia triste.

En ese preludio, al abrir los ojos, y encontrarse con el todo afuera, hay un instante ínfimo, que te deletrea todo lo que está por dentro, y así tu nombre sigue latente en la lista, día con día... Por encima de tantas cosas. Nada ha cambiado acá, estoy seguro que nada ha cambiado allá. Si es cierto, mentí cuando le dije que no tenía expectativas esta vez, le mentí a todos al decir que tenía el control. Voy a confesarte que extraño tu risa, me pregunto si te toparas con mis fotos y las veras pensando, que se será de aquello que el viento se lleva, así como me pasa a mí cuando encuentro tus fotos. Sigo siendo el mismo... El que no es y quiere, pero no, tampoco está. 

Me despertó el rechinido, el marco del viejo cuadro, donde guardo tickets viejos y recuerdos sobre el cristal. Tu foto sonriente me vio a los ojos y temblé desarmado...

Hay varias formas de dejar huella con las palabras, como cuando un ególatra dice que el agrandado es el otro, a este panfleto de realidad, este mes de lloviznas con viento. Ese mes de gélido aliento, que me pone en otra fecha en otro lugar.

Otro Yo,

no tan Yo.

¿Se acordarán las estrellas que habrá humanos acá abajo, cuando las nubes celosas nos cubren con llovizna? Hay retazos de lluvias pasadas, en estas ganas, embriagadas por el silencio. Estamos y no.