Quizás eso es AMOR. DOMINGO de esos, cuando tu voz atrapada en una grabación me dice hola. ¡Hola! Sin saber nada, lo sé todo y tiene sentido, ¡aunque en verdad no lo tiene!
Todo decidido a cara cruz, el tiempo pasó. No
sé si nos hicimos más viejos, pelotudos, ambas cosas o cada cual comenzó a
sentirse identificado con su propia miseria solitaria.
Como zahorí buscando entre las personas un rostro. Tu rostro, y solo ruinas de vidas pasadas me encuentro en la búsqueda. Y así, sin más... como quien nunca fue, como quien nunca estuvo, le dije adiós a quien ya se había marchado.
Lluvias de fin de verano, monzónicas, espontáneas, fugaces como sueños
bonitos, relampagueantes como el despertar a medianoche.