martes, 29 de marzo de 2022

Del Resto de Nuestros Días

Mis monstruos humanos interiores, siguen enamorados de tus monstruos humanos internos... Somos la decadencia andando al abismo. En la tempestad intranquila de mi sangre, se están formando malas intenciones, si, son los colores oscuros que sombrean abigarrando mis instintos.

               A veces me confundo, me mimetizo con mi silencio. Conozco esa oscuridad de la que hoy haces gala, yo también veces me confundo, me mimetizo con mi silencio...

Yo estuve antes que tú en ese mismo lugar, es más que menos y viceversa, pero en su triste estadio, no encuentra la ansiada certeza. Una invocación infalible... Un susurro que calla más de lo que sabe. Entonces pienso y escribo y a gritos silentes me pregunto,

               Y te pregunto;

Quien se paseará por tus oscuros sueños en estas noches de insomnio. La vida misma es tan irónica que posee tintes de sadismo en cada esquina de cada calle y en cada ser, de cada historia, es materia inconclusa, pendiente, que traza la línea del resto de nuestros días. Yo la conocí escapando, como ahora escapa de mí. Y de ella aprendí a correr en contra de mí.

               Hay poquito de mi para cada uno, lo que si tengo de sobra y en exceso para todos en lo malo que llevo en mi. Mi ordenador nuevo, mi nuevo perfil, mis viejas ganas, mis presentes miedos, la ineficacia del sistema y mi antipatía generalizada...

                              «Hoy».

Acechaba en la sombra, un beso.

               Entonces un día, su boca toco la mía,

                             Y de inmediato supe que besar así, nunca más para mi existiría.

Entonces perdí, ganando, perdí... Perdí la vida. Ahora lo sé solo las historias ficticias tiene finales simples y felices. Las reales, como la mía y la tuya, tienen fin y nada más. Mis monstruos humanos interiores, siguen enamorados de tus monstruos humanos internos... es materia inconclusa, pendiente, que traza la línea del resto de nuestros días.