martes, 7 de junio de 2011

Decisión (con Pluma y Lápiz)


Levántate, arréglate y vete, tú la de los sentimientos mesclados, la de los suspiros a oscuras toma tus cosas y camina fuera de esta vida, de esta mañana, de este pensamiento, porque tu permanencia aquí a mi lado solo compromete el futuro, resigna el mío más que el tuyo porque a ti te esperan más aventuras,  mas besos, un amor que no te parezca pasajero como el que crees te ofrezco.
No sea que  estos labios consternados a los que les urge tanto un beso
Se callen de repente,                                                   por eso pienso,
Por esto escribo:        ¡y si fuera tu suave boca mi salvación, tal vez una sonrisa escapara de
Esta mi boca que anhela tus labios!

Por eso te exijo el abandono, decídete, antes de que sea Yo quien al contrario te pida no te vayas, llévate de pronto y sin aviso tu mirada oculta, tus cabellos peinados, tu aroma a dulzura, aleja de mí tu esencia de mujer, los jadeos de nuestras noches, el sudor de nuestro encuentro, la alegría del momento…
Solo te pido que no olvides que en mis brazos creíste de propia voz ser feliz. Y que tu partida deja insalvable huella en mi camino.

Con pluma y lápiz nos formamos las historias de nuestros muchos pasados; confiados en escribir en pretérito nuestras dichas.

Levántate, arréglate y vete, no me obligues a repetirlo porque nunca quise así decirlo, con la conciencia acribillada; con el sentimiento compungido,  No te engañes por favor, mis intenciones, las palabras con que te hablo son claras déjame ser partícipe de tu Vida,
¡Niña solo quiero hacerte Feliz con Mi existencia!
Pero si tú no estás dispuesta, solo te pido que huyas de este encuentro que hoy alegóricamente planeamos. La comodidad no suple al deseo cumplido, la desmitificación es completa y estoy ya enterado.

Por eso te exijo vaticinando el abandono, antes de que sea Yo quien por el  contrario blandengue te pida no te vayas, llévate de pronto y sin previo aviso tu mirada, esconde tu aroma a dulzura, aleja de mi tu esencia de mujer, los jadeos las congojas, la alegría del momento que ya empezó a volverse por decisión nuestro pasado…

miércoles, 1 de junio de 2011

Letanía a la Muerte (de un sentimiento)


Venerada Luna, eterno y celestial guía, reina del oscuro cielo. Quítame esta condena que No merezco!   Ah Reina de las animas, otórgame este sueño que deseo o quítamelo del corazón;
Maldita Luna...! Yo que te venero, Tus influjos me aniquilan! Esta es una Confesión   (No eres quien Yo creí).

Y si entonces hago como que no sé, si desconozco o actuó tal cual no fueran los hechos y las palabras, que tal si persisto en mi pensar y sigo creyendo que si se puede, que eres tu sonriente y despistada la otra parte de este ser a la mitad…
Como quisiera poder aun escribir cosas hermosas, pero solo tristezas me quedan el en corazón y amargura en el tintero.

Mente no pienses, corazón no latas, ilusión no surjas, palabra no te manifiestes... ¡déjame ser y déjame estar, quiero vivir, la Muerte ya la conozco!   -  Esta es una confesión -.
Estoy cansado, me resulta difícil seguir insistiendo en mi creer, un creer personal uno del cual Yo era el único creyente (algo debía de creer) y gracias a la práctica experimental a posteriori ya deje de profesar también.     – con dolor de mi sentimiento, en emocional redundancia - .

Sí;  la verdad estoy harto de pensarte, totalmente desahuciado de este profundo discernir en tu persona, de creer que eres más de lo que ofreces, de lo que aparentas, ya estoy totalmente convencido que todos tenían razón, y que tus evidentes defectos son más preponderantes que las virtudes que supuse siempre en tu interior, lo falaz de tus supuestos beneficios solo eran sostenidos por mis francos deseos de encontrarte única e irrepetiblemente perfecta para mí,

- pero no lo eres,  tú facinerosa -

 Al contrario posees cuanto Yo puedo desechar: la fe barata y falsa, la dependencia nefasta a la crítica enfermiza y sin sustento de las masas mediocres, al mediático y asqueroso sentido de la efímera apariencia, a la pobre bisutería, al dolo premeditado en tu actuar cotidiano, la ignorancia soberbia que rebosa en la estupidez, en negligencia,  tus desprecios y miradas despectivas y el desvalora miento de todo lo que yo considero necesario, incluido este fenecido sentir a por ti niña ajena.

De las raíces del mal conservo todos y cada uno de los imaginables espectros, eso nos hace terribles y brillantes, únicos y detestables, perfectos e inconclusos también... soy un hombre con demasiados demonios...           - Por eso no puedo callar más -.

Mente no pienses, corazón no latas, ilusión no surjas, palabra no te manifiestes... ¡déjame ser y déjame estar, quiero vivir, la Muerte ya la conozco!  

Me confieso estuve equivocado. No eres quien Yo creí.