Agosto con voz de ayer, arañaba los muros de mi memoria.
Neurastenia que me hace cosquillas por donde rodaron lagrimas una mañana, ahora
lejana en el tiempo, en la rabia. Este paso a menguante de Luna, me ha
desbaratado la tranquilidad.
Su voz, su rostro, su nombre... Corta como bisturí el tiempo.
Tu que has roto
mi pasado, puedes hacer remiendos en mi porvenir¿?
Tengo los pies muy en tierra, pero la mente se me está volando, por acantilados
muy profundos.
Sera cíclica la vida, en verdad estamos atados a un tío vivo que da vueltas y
nos coloca cada cierto tiempo en el mismo lugar.
¿Somos esclavos del vaivén del tiempo?
Colisionaremos una y otra vez, y otra vez mas entre recuerdos y pasiones?
Y al final
Solo como al principio
Solo al final
Como, solo al principio
Y viceversa.
Porque los finales y los inicios son lo mismo.
El amor ya no es el amor como antes, sigue
siendo amor, pero no ama igual. Sucedáneo de la felicidad, aunque si que
lastima de la misma forma.
Apareces y desapareces. Entre romance y desacuerdo.
Entre ayer y
hoy. Palabras claras que duelen como las palabras difusas, porque así esto.
Contigo siempre así; la gravedad es sorprendente, ante la inmensidad colosal,
todo se vuelve un tobogán. Igual pasa con los sentimientos.
Solemne discurso de otoños vencidos. Beso de silencio, lienzo sin atajo,
aliento de hallazgo. Oh! Musa de mi eterna destrucción, haz tu entrada
triunfal!
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