jueves, 5 de mayo de 2011

Yo No Rezo


Yo no suelo rezar mucho, la verdad hace muchos demasiados años que no lo hago, casi ni recuerdo las letanías y la algarabía de un fervoroso momento, yo no rezo demasiado, la verdad es que nunca lo hago, solo duermo despiadado preguntándome si habré ya hecho demasiado, o si falta una o más actuaciones, o balas perdidas o canciones rotas en los audífonos de mi reproductor de música o el canal de los “top ten” en los cuales nunca he votado.

Lo que pasa es que no pido mucho, para que no me soliciten demasiado, rechazo el ahínco desapasionado y la liturgia falsa moralista, soy más bien especialista, de defenderme de mis propios postreros pecados, aunque pecado para mí solo sea otra menguante palabra mal definida en el amigo diccionario, la verdad del asunto lisonjero es solo el intento zumo y pasajero de que las cosas pasan  y  nosotros con ellas, por eso no rezo, por eso no espero en redundancia, pero sí que espero cuasi indestructible; pero no lo confieso, no sea que caiga preso de una meditación muy meticulosa,
…y termine creyendo que lo que me falta es fe de erratas deslunada, o dioses embriagados esos que tantas veces ya he desechado…

Es cierto no suelo rezar mucho, la verdad incluso es que nunca lo hago, no sea que me vuelva un sectario, o cronista o exorcista,  
Tal vez partidario o político
Incluso narrador o editor
Esclavo o contorsionista, del hambre de la pena, del sangriento pasado
Puede que al fin termine por ser abogado
O escultor quizá escritor
Puedo ser productor, pastor o dictador. Por eso no me arriesgo…

                Yo no rezo, Yo propongo, Yo no creo, efectivamente conozco.

Yo no suelo rezar mucho, la verdad hace muchos demasiados años que no lo hago, pero si un día caleidoscópico sin pensarlo, contra pronóstico y  sin sentirlo yo rezara, solo un argumento grandilocuente de seguro si rogara; que tu suave  mano jovencita presurosa tome mi mano y ya nunca, nunca la soltara.

No hay comentarios:

Publicar un comentario