domingo, 19 de febrero de 2012

Tarde de Domingo

De tarde, de domingo, de bizarra tranquilidad y recóndito bullicio, así sucede este instante, las canciones viejas manteniendo fresco el recuerdo de la adolescencia, de los sueños de antaño de las marcas del tiempo sobre la piel y la vista cansada que ya precisa de ayuda óptica. Todo así sucede en este instante.

A veces me pasa, eso en lo que no creo, pero luego y pronto se me pasa la metastastica idea,
le dicen creo "Arrepentimiento".

Y entonces me reconforta saber que los proyectos subrepticios aun no se marchitan, siguen intactos y que la alegría, aquella cordialidad infantil aun permanece consiente, interrumpiendo mi ya puñetera adulta condición de creer según la iniciativa populosa de que hay cosas que no deben ser. 
–  y pienso  -.  Me enjaulo en pensamientos, entre libros, entre frases…

Entonces pienso incipiente. Que cada paso dado en una y mil direcciones, son meras especulaciones confortadoras y despiadadas de un trazo previo que sin lugar a dudas encontraríamos y que la ternura que invoca el amor sublime ya nos aguardaba ostentoso aunque fuera por poco tiempo.  - Aunque fuera solo un rumor -.
En un abrir y cerrar de ojos. Es un bostezo a media noche, es una copa de un vino regular o en la estancia de un lugar cualquiera con vista a la calle transitada.

En la ciudad de la gente sin rostro, intento Transfigurarme para No ser parte de todos, para llegar lejos...           -  Incluso si tengo que ir solo! -.

Y no soy tan discreto porque cuando despierto de mi sueño cotidiano, siento el desgano vacilante de atropellar a toda la existencia, pero en la más optimista de las actitudes recuerdo tu rostro, tu sonrisa y se colma de bendiciones perfumadas mi prolija necesidad invitándome a intentarlo una vez más... a hacer trueque con la soledad.

i Yo gano esta partida, habré hecho incluso hasta lo que dije y jure no hacer...!  Ya en mi vida habrá pasado el todo y solo me queda el querer!

Un corte de cabello, rasurar mi barba, redescubrir al tipo del espejo el intento de sobornar a la soledad que nos mantenga en alianza durante este ínfimo espacio de tiempo. De tarde, de domingo, de bizarra tranquilidad y recóndito bullicio, - Sol y nubes -, así sucede este instante y las instancias de lo posible aun tientan a mis oídos el susurro de tu nombre, recordándote como eras antes, cuando no te conocía y reconciliando mi pasado con tu pasado.

De tarde de Domingo puedo decir sin dudas preterintencionales: Tú eres la Mujer de mis Sueños, y a Mí me urge, Ser el Hombre de Tú Vida…!

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