Yo que soy un bohemio incurable, les confieso sin reservas, que al mundo muchas veces he visto con desprecio;
- pero no por eso -,
He desechado la idea de regalarle a ella un beso… más bien me considero detractor de lo que muchas veces ya he hecho… - no es cobardía - , es mera consolidación, así lo expreso;
Y juzgo pertinente porque desaparecer aun no me convence, además está para mí muy claro que del juego del amor uno siempre lo paga caro:
-la valentía, el honor y el agrado de salir ileso o completamente destrozado. -
Por el contrario desairarme no me atrae demasiado, y del intento tan deseado todavía soy un preso condenado. A la espera, por ti esperando.
En esto insisto a probar a ganar o definitivamente a perecer en el intento de prosperar en compañía de esta ingrata, a quien mi corazón disfraza de elogios bañada en alta gracia; y así deba ser austeramente feliz o dedicarme a mí solamente. - Otrora falacia -.
Y de antemano se, sus críticas y burlas que por la mala estrella no faltaran, pero igual no es aceptación popular lo que espero es solo ciega opinión para manifestar mi amplio deseo, por esto les cuento:
-la valentía, el honor y el agrado de salir ileso o completamente destrozado. -
No quiero fallar, - Yo el mismo bohemio -; les confieso perder no puedo, porque nada de esto todavía poseo, y solo en sueños complemento este idilio en trofeo, de la falaz constante de ella un capricho, ya sea desdén o abrigo o quizá suplicio
- todavía de ella quiero un vestigio -,
Para que la fantasía no se pierda y la claridad advierta, que muy a pesar de mi desprecio a este frio mundo y su humanidad, de este solo quiero a una persona con claridad, ella de quien la idea no me abandona de regalarle un beso.
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