Interrogatorio

Por eso cuando me preguntaron el porqué de mi sonrisa, solo les dije – no sé -,  y cuando solicitaron a mi persona que repitiera la vanguardia en lo que hice, tan solo asentí en flojo silencio, porque cuando me dijeron justifica esta alegría, solo les pude responder: 

 - es por su mirada – que Yo a diario sonrió…

Cuando todos voltearon alarmados por el estruendo invisible, y cuando el jefe nos sorprendió en jovial vagancia, en el instante del momento crítico de la película de terror y en la conflagración serena de los espectadores estos me cuestionaron por la tranquilidad,  por el silencio, por la bonanza, Yo solo les pude responder:

-es por su cabello -  que Yo aún sueño despierto…

Por eso cuando me preguntaron porque a mi parecer el día soleado parecía más brillante, solo sonreí, y porque la noche impregnada de estrellas no me pareció demasiado  inmensa  les  dije   - no lo creo tanto -, o cuando de mi demandaron una nómada respuesta, bullicio de las masas, o la inconstante trivialidad de los versos, o la sublime ternura de un adiós en exilio interino, Yo solo les pude responder:

-es por su sonrisa -  que a mí esta realidad me parece ahora más segura…

Cuando nerviosos por el precio inexorable de la gasolina y la utópica  estabilidad, o la incógnita guerra en Medio Oriente y nuestra malsana economía menguante, todos solicitaron de mí una respuesta para mantener la calma en un país donde todo es ostentable angustia, donde la muerte manda y la corrupción pudre, Yo solo les pude responder:

-es por su preciado tacto -  que Yo aún  guardo la calma…

Pero cuando todos callaron persuadidos, cuando el silencio reino en sus bocas inconformes por mis respuestas e insalvables de sus caminos, fui Yo solo quien se cuestionó sin excusas a sí mismo por los entredichos de mi corazón, porque si bien es cierto su mirada, su cabello, su sonrisa y su tierno tacto son para mí el regalo perfecto, solo me pude contestar:

Y como cambio mi pensar, su pensar...
Y como cambio mi sentir, su sentir... Aun No lo sé, sigue Ella sin realmente saberlo...