La vida es ese breve espacio, ese instante atardecido entre la duda y el ciego creer, es la experiencia del fallo y el atinado acierto que nos llena de éxtasis, el ínfimo momento de inmortalidad y el epitafio de una fría lapida, es manifestarse contra el tiempo y caducar entre el fervoroso e impaciente segundo del huraño devenir que se escapa en un suspiro, un suspiro furtivo.
Quien te dijo ayer que podías volver a exponerte a exponerme en este cristal de sinceridad, porque has venido desde la luz a mendigar este abismo hogar de mi sombra cotidiana, quien dijo que podías descubrir lo que en mi oscuridad dormía.
Durante muchas noches insomnes me he preguntado el porqué de mi situación, el porqué de la soledad, el porqué del abandono mío y ajeno, durante media vida me cuestione si es mi culpa o de terceros recalcitrantes el Hoy, ese subrepticio y meditabundo presente, aquí de noche, de holocausto,
De diminuta pena e insaciable deseo; de exposición a la vida misma…,
De trivialidad feudal y de veinteañera arrogancia, quisiera saber, preguntarte a ti,
- y solo a ti - .
¿Porque no ser parte y cómplice de esta simplísima felicidad?
- Acaso no es el remedio a esta interrogante -. El final o el verdadero comienzo de esta constante exposición a la vida y a la muerte.-
Y no como reclamo lo expreso, no como consecuencia de estar o no estar. Solo por escuchar una palabra sin resabios que no sea la mía propia,
Diciéndome - no sé -.
Será que responderás airosa tu la que llaman “Verdad”, acaso será gentil el deseo conmigo y tu voz confesara el permiso imposible para que este cuerpo delirante al fin descanse de su turbada necesidad. Puedes exponerte a este vaivén y exponerme al acantilado que tu lejanía me causa, nutre mi desconsuelo o enumera la dulce encuesta que me llevará a tu pecho.
La vida es una constante exposición, estamos expuestos todo el tiempo, vivir es arriesgarse constantemente a la muerte y sobrevivir es la sola muestra encarnecida de que del peligro de lo cotidiano aun somos parte, este lucido viaje a lo inoportuno me ha puesto a pensar y pensar me lleva a ella.
“Tenemos una esperanza a prueba
De terremotos y congojas
Sabemos esperar rodeados de la Muerte
Sabemos desvelarnos por la Vida…”- Mario Benedetti -.
Este escrito surgio hace un año; una fria noche de diciembre en una bar oscuro, platicando acerca de la vida con amigos invaluables... degustando de la cerveza y el cigarro, la vida puso tinte poetico a la realidad y asi se formaron estas palabras.
ResponderEliminarEsta dedicado a mi amiga, la luchadora Velvet.
mujercojonuda....!