Pongo «latidos» entre letras, «pálpitos» que susurran
a tus oídos, pero que si tus ojos no leen, se «infartan» de silencios. Y aunque
ya me sabe todo a mentiras guardo el gusto por el dulce sabor del morbo y el
encanto... Se hilvana para tejer, pero se teje para destrozar! Yo colecciono
sonrisas, pero las lágrimas ocupan mucho espacio.
Corazón rueca, que tejes
Corazón rueca gira, gira....
Estaba viendo por la ventana, me vi corriendo, huyendo
despavorido, me vi no ver hacia atrás...
Pero, no era «Yo». Yo estaba acá anclado, ojalá me hubieran
ensañado a huir... Soy solo un romántico sin vocación de suicida.
Aparcado en la madurez, disimulo el
olvido de besos y bufandas de viaje, rincones de pasión y camarotes impacientes
que canjean al doble o nada todo lo que se ha perdido de antemano. Y esta buena
suerte osada que delimita los latidos del corazón suicida no tiene resabios
cotidianos que mostrar.
Corazón rueca, que tejes
Corazón rueca gira, gira.... «Que permanece y lucha».
Carrusel de hojalata que es la vida, esta noche lluviosa
esta osadía de suspiro y este beso a la nada.
Gira,
Gira.
Es solo un
juego ~ un si~
Corazón rueca, que tejes
Corazón rueca
gira, gira....
Yo colecciono sonrisas, pero las lágrimas ocupan mucho
espacio. Hace ya una noche eterna que te
sueño, hace ya media vida quebrantada que no apareces en mi telar de pasiones.
Ya hay una vela por extinguirse, está
amaneciendo.
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