sábado, 5 de junio de 2010

Incordio Criminal II (Nadie escucha a Nadie)

Todavía no concuerdo, de que forma, o como, si debo usar toda mi astucia para lograr mis macabros deseos, si actuare con alevosía o premura maliciosa, si debo usar la diplomacia para acercarme como cazador a la presa, si debo hacer uso de todas mis virtudes para saciar mis vicios, si debo atacar de frente o en la oscuridad acertar el final de sus palpitaciones. Si la complicidad será mi aliada o mi enemiga.

Debo usar toda mi inteligencia, para saciar la decadencia…

- La punta del lápiz, se rompió y voló por los aires -.

Salió del trance en el que estaba, recordó que estaba sentado en un lugar publico, si aquel Café, donde decidió sentarse, observo a través del cristal que separaba los transeúntes del interior del tibio local, percibió la multitud caminando como hormigas en fila, - ninguno sabe a donde va, pensó - . Los vio hablar, reir, incluso otros lloraban, otros se atragantaban con comida, otros solo pasaban, algunos en coqueto flirteo se devoraban las bocas a besos…
Vio el papel y su escritura, vio el lápiz sin punta, las ideas entrecortadas y la vida a media tarde, la lluvia amenazaba, supuso , llovería, si otra noche de aguacero.

Se apresuro a tomar el café ya frio, pago la cuenta, los vio pero no fue visto, se esfumo por la avenida atestada de gente, gente que desconoce, gente sin nombre.
Cavilaba para si, inerte en su propio mundo lo difícil de la ciudad, lo cruel de la vida y el poco apaciguo de la continua travesía. Se convenció, uno mas o uno menos, quien lo notara, quien lo juzgara por sus hechos, por los de cualquiera, era tan cierta la ironía y la justicia hacia tiempo había perecido con los gritos de clamor de otros antes que el mismo.
La mentira debía terminar, el dolor es necesario, porque Yo ya lo padecí, y la ilusión de pelear por aquello que amas, se vuelve la ironía y la conclusión mas acertada, un propósito un maldito propósito; una verdad para cambiar el mundo,
- aunque se supo engañado por sus propias palabras-.

– no hay opositor - .

Pensó, pero la verdad quiso gritarlo, como implorando que alguien en esta ciudad de gente sin rostro le detuviera.

- Nadie lo escucho - . Porque aquí nadie escucha a nadie.

Ya desecho del disfraz que le impone la sociedad no tuvo más que aceptación, mas desafío o ingenuidad que le privara de hacer aquello que tenia inculcado en su alma, la venganza estaba afinada y si dios existía y prohibía lo que en su mente saltaba, este era el momento para que apareciese.
Como era de esperarse no apareció, no promulgo edicto, no intervino y una risa de satisfacción le cubrió el rostro.

Todo apunto al desenlace… ya solo necesitaba aguardar el momento exacto. Pronto vendría.
Porque aquí nadie escucha a nadie.

1 comentario:

  1. "Letras Oscuras, una enigmatica vision de aquello que nos rodea, incluso habita dentro de cada uno de nosotros, esos pensamientos y voliciones internas que presumimos ajenas y cuestionamos malignas en otros, muy a pesar de ser propias, la maldad es personal, siempre lo fue...."
    En este segundo escrito, abordo de nuevo la malignidad humana, y el desatino de la conciecia (desde siempre inexistentes para algunos de nosotros), la novela con trama absurda y un final inevitable que se aproxima... Las Letras Oscuras se apoderan de todo en una ciudad de gentes sin rostro.

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